Científicos en China descubren un nuevo virus similar al COVID-19 en murciélagos
Investigadores del Instituto de Virología de Wuhan, China, han identificado un nuevo coronavirus en murciélagos que utiliza la misma vía de entrada a las células que el virus causante del COVID-19. Aunque el virus no ha sido detectado en humanos, su hallazgo ha generado preocupación en la comunidad científica sobre la posibilidad de una futura transmisión entre especies.
El estudio, publicado en la revista Cell, señala que el virus se une a una proteína presente en el cuerpo humano y de otros mamíferos, similar a la del Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS). Desde su identificación en 2012, el MERS ha infectado a aproximadamente 2.600 personas en todo el mundo, con una tasa de mortalidad del 36 %, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El anuncio del descubrimiento tuvo un impacto inmediato en el mercado financiero, impulsando al alza las acciones de varios fabricantes de vacunas. Moderna experimentó un incremento del 6,6 %, Novavax subió un 7,8 %, mientras que BioNTech, socio de Pfizer en la producción de vacunas contra el COVID-19, avanzó un 5,1 %. Pfizer también registró un crecimiento del 2,6 %.
El Instituto de Virología de Wuhan ha sido centro de controversias desde el inicio de la pandemia de COVID-19, debido a teorías que sugieren que el virus pudo haber escapado de sus laboratorios. Sin embargo, los científicos de la institución han negado haber trabajado con patógenos relacionados con el origen del COVID-19. En 2023, Estados Unidos cesó la financiación de este laboratorio debido a la incertidumbre en torno a sus investigaciones.
El gobierno chino, por su parte, ha reiterado su compromiso con la transparencia en la divulgación de información sobre la pandemia. No obstante, la OMS ha acusado a Beijing de retener datos clave sobre el origen del COVID-19, lo que ha generado tensiones en la comunidad internacional.
A pesar de que este nuevo coronavirus identificado en murciélagos no ha sido detectado en humanos, los expertos continúan investigando su potencial de transmisión y los riesgos que podría representar para la salud pública en el futuro.