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A propósito del conflicto de Israel y Palestina. Escribe: Humberto Caspa

¿Cuál fue el objetivo primordial del reciente atentado terrorista del grupo Hamas a inocentes civiles israelitas? La matanza fue implementada por militantes radicales islamistas pertenecientes a la corriente Hamas de Palestina, pero la iniciativa del plan y su coordinación tiene como objetivo central impedir el acuerdo de paz entre los gobiernos de Israel y de Arabia Saudita. Ese objetivo es central a las intenciones del gobierno iraní dentro de un esquema del Sistema Internacional.

Los países islámicos siempre han visto con mucho escepticismo la ascensión de un régimen judío o judeo-cristiano en la región del “medio” y “lejano oriente”. La Biblia documenta claramente el conflicto de árabes, egipcios, filisteos, entre otros, contra la población israelita.

Los filisteos de ayer de los tiempos del Antiguo Testamento son las poblaciones palestinas de hoy, claro que con características diferentes y dentro de un contexto político también diferente. Lo mismo sucedió en el periodo documentado por el Nuevo Testamento, aunque la gran variante es que, en tiempos de Jesús de Nazareth, el territorio donde él predicaba era Palestina y no precisamente Israel.

En el siglo pasado, en septiembre de 1978, los mandatarios de Israel y Egipto, Menájem Beguín y Anwar el-Sadat, respectivamente, firmaron un tratado de paz, terminando hostilidades perennes bajo la supervisión del presidente Jimmy Carter.

Fue uno de los grandes logros de la Administración Carter y fue también un golpe duro para la comunidad islámica (árabes, iraníes, iraquíes, etc.) debido a que Egipto rompía con años de continua animosidad contra el régimen israelí.

Para el gobierno de Estado Unidos esa firma fue una gran victoria. Dentro de un esquema de la política internacional, Israel siempre ha sido considerado como un estado que equilibra a los regímenes islámicos y, en términos económicos, es el estado que permite una especia de “vigilancia” a los recursos naturales del petróleo, los cuales están enterrados en gran parte del territorio de los países árabes.

Irán, una de las potencias de esa región, ha tratado de tener más influencia sobre los territorios árabes para, por un lado, restar la incidencia norteamericana y, por la otra, controlar el poderío del régimen de Israel.

Como el gobierno de Joe Biden había estado acercando al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu y al príncipe de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salmán, para que los dos firmen un tratado de paz, los iraníes sintieron que los efectos de esta firma restarían su protagonismo político en la región.

En tal sentido, el gobierno de Irán planeó el ataque a Israel y utilizó a los militantes de Hamas para destrozar cualquier intento de paz entre Israel y Arabia Saudita.

Humberto Caspa, Ph.D. es investigador de Economics On The Move.

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