Espectáculos

El legado cultural y el impacto global de Young-hee en “El Juego del Calamar”

La figura de Young-hee, uno de los elementos más icónicos de la serie “El Juego del Calamar,” trasciende el mero entretenimiento televisivo. Su diseño no es producto exclusivo de la imaginación de los creadores, sino que está profundamente arraigado en la cultura surcoreana. Según informó Reuters, Young-hee está inspirada en los personajes de los libros de texto escolares de Corea del Sur de las décadas de 1960 y 1970. En esos materiales educativos, Young-hee y Chul-su eran representaciones de la infancia, la amistad y valores fundamentales como la honestidad y el trabajo en equipo.

Para muchos surcoreanos, estos personajes evocan recuerdos de niñez, lo que intensifica el impacto emocional de su reinterpretación en la serie como máquinas asesinas. Este contraste entre la inocencia de los personajes originales y su transformación ha resonado profundamente entre los espectadores, especialmente aquellos que crecieron con estos libros. La diseñadora de producción, Chae Kyoung-sun, explicó que la apariencia de Young-hee fue parcialmente inspirada en su propia hija, quien solía llevar un corte de pelo estilo tazón. “Sus ojos son un poco locos. Es una máquina de matar y el movimiento de sus ojos tenía que ser fácil de ver, así que los hicimos bastante grandes”, comentó Chae.

El nombre Young-hee también tiene un profundo significado cultural. Se traduce como “Flor eterna que nunca se desvanece”, una referencia a la mugunghwa, la flor nacional de Corea del Sur, que simboliza la perseverancia y la fortaleza. Aunque podría suponerse que Young-hee fue creada exclusivamente para la serie, su origen es más complejo. La muñeca gigante utilizada en las escenas de “Luz roja, luz verde” ya existía antes de la producción y formaba parte de una exposición en el museo Macha Land, en el condado de Jincheon. Tras su participación en la serie, la muñeca fue devuelta al museo, convirtiéndose en una atracción turística para fanáticos locales e internacionales.

Por otro lado, el diseño de Chul-su también tiene sus raíces en los libros escolares. Chae Kyoung-sun reveló que los bocetos originales de este personaje estaban listos desde la primera temporada, pero no se utilizaron hasta ahora. “Piénsalo como un amigo, un compañero”, destacó Chae, enfatizando la relación entre ambos personajes y su papel en la narrativa de la serie.

Desde su estreno en septiembre de 2021, “El Juego del Calamar” ha redefinido el alcance de las producciones surcoreanas en el mercado global. La primera temporada se convirtió en el programa más visto en la historia de Netflix, y la segunda temporada no ha sido la excepción. Este éxito ha llevado a la plataforma a invertir 2.500 millones de dólares en Corea del Sur para desarrollar más contenido local, incluyendo series, películas y programas sin guion.

Con la tercera y última temporada programada para estrenarse a finales de este año, el legado de Young-hee y Chul-su parece estar asegurado. Estos personajes no solo continúan cautivando a audiencias de todo el mundo, sino que también mantienen vivo el vínculo con las raíces culturales que los inspiraron.

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