Más allá de la sonrisa: lo que el color de los dientes revela sobre la salud bucal y general
Durante años, la sonrisa blanca y perfecta fue sinónimo de belleza y estatus. Sin embargo, detrás del brillo de los dientes puede esconderse mucho más que una buena higiene: el color dental es, en realidad, un espejo del estado de la boca y del organismo.
Con la masificación de pastas blanqueadoras, kits caseros y tratamientos en consultorios, alcanzar una sonrisa luminosa se volvió accesible. Pero, según advierten expertos citados por The Telegraph y reconocidas instituciones como la Cleveland Clinic y la American Dental Association (ADA), el blanco reluciente no siempre equivale a salud.
La odontóloga Jana Denzel, reconocida por su trayectoria internacional, explicó que el tono dental ideal no es el blanco artificial, sino un “blanco cálido con matices amarillentos o rojizos”, ya que los dientes naturalmente tienen variaciones de color según su composición y edad.
Lo que el color puede indicar
Cada tonalidad dental puede reflejar causas distintas:
- Amarillo: suele aparecer con el envejecimiento natural, cuando el esmalte se desgasta y deja expuesta la dentina, de color amarillento. También lo provocan el café, té, vino tinto, tabaco o una higiene deficiente.
- Blanco brillante: aunque estéticamente atractivo, no garantiza salud. Las caries, inflamaciones o cavidades pueden pasar inadvertidas incluso en dentaduras muy blancas. La ADA advierte que las manchas blancas pueden revelar fluorosis o desmineralización del esmalte.
- Marrón: puede deberse a la fluorosis dental (por exceso de flúor en la infancia), consumo de tabaco o café, o a caries avanzadas que requieren atención inmediata.
- Gris o azul: indica posibles necrosis pulpares —muerte del nervio dental por infección o golpe— o efectos de antibióticos como la tetraciclina durante la formación de los dientes.
- Verde: un color poco común, asociado a problemas hepáticos o ictericia, especialmente en niños.
- Rosa: aparece tras traumatismos o reabsorciones dentales, cuando la sangre impregna los tejidos del diente.
Prevención y cuidado
La higienista dental Laura Schikkerling recomienda comenzar la limpieza con hilo dental o cepillos interdentales, dedicar al menos tres segundos a cada pieza y mantener una rutina de cepillado de tres minutos y medio, dos o tres veces al día.
Además, si lo sugiere el odontólogo, puede dejarse una leve capa de pasta dental para maximizar los efectos del flúor.
Blanqueamiento: estética con precaución
El blanqueamiento dental puede mejorar la autoestima, pero su uso debe ser supervisado. Las pastas o tiras blanqueadoras comerciales contienen abrasivos que pueden dañar el esmalte con el tiempo.
La American Dental Association recomienda consultar siempre al odontólogo antes de iniciar cualquier tratamiento, ya que los productos aplicados profesionalmente son más seguros y efectivos que los de venta libre.
El color de los dientes, lejos de ser un simple rasgo estético, es un valioso indicador de salud. Escuchar lo que revela cada tonalidad puede ser la clave para mantener no solo una sonrisa bonita, sino también una boca sana y funcional.
Fuentes varias