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Maduro impulsa el uso de criptomonedas en Venezuela para sortear las sanciones de Trump y esquivar el sistema financiero de EE. UU.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha intensificado en los últimos meses la adopción de criptomonedas y stablecoins como parte de una estrategia económica para evadir las sanciones impuestas por Estados Unidos, particularmente tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. De acuerdo con un reciente reportaje de The New York Times, el mandatario venezolano está construyendo una “ruta financiera paralela” que le permite realizar transacciones internacionales fuera del alcance del sistema bancario supervisado por Washington.

Desde finales del año pasado, gran parte del petróleo venezolano exportado a China se ha estado pagando en Tether (USDT), una stablecoin respaldada por el dólar estadounidense. Según el informe, estas transacciones ya representan hasta el 50% de las divisas que circulan en el país.

Paralelamente, el régimen abrió las puertas a exchanges de criptomonedas y a Prestadoras de Servicios de Activos Virtuales (PSAVs), lo que facilitó que tanto empresas como ciudadanos comunes adoptaran plataformas como Binance para convertir bolívares en criptomonedas. Este ecosistema ha generado un circuito alternativo de pagos y remesas que reduce la dependencia del sistema financiero tradicional.

Sin embargo, el plan de Maduro enfrenta riesgos. Expertos recordaron que emisoras como Tether pueden rastrear y congelar tokens, lo que podría poner en peligro parte de las reservas y transacciones del gobierno venezolano si son identificadas como operaciones sancionadas. A pesar de ello, el gobierno sigue apostando por el uso de criptoactivos como medio para mantener su liquidez y operar fuera del control estadounidense.

Inflación y presión internacional

El impulso a las criptomonedas también responde al temor de una nueva hiperinflación. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la inflación venezolana pasará del 269,6% en 2025 al 682,1% en 2026, una proyección que podría reforzar la migración hacia activos digitales para proteger el valor del dinero.

El economista venezolano Francisco Rodríguez, de la Universidad de Denver, explicó que el país ha demostrado una resiliencia política poco común ante las crisis económicas: “Si hay un país capaz de probar que, incluso con su economía en caída, no cambia de gobierno, ese país es Venezuela. Cuando el país se empobrece, el gobierno no se debilita”, sostuvo.

Mientras tanto, empresas extranjeras como Chevron han resultado afectadas. La petrolera estadounidense, que aportó cerca de 2.400 millones de dólares a la economía venezolana en 2024, debió reducir a la mitad su producción local después de que el gobierno de Trump prohibiera nuevas inversiones en el país. Este vacío fue rápidamente ocupado por transacciones petroleras en stablecoins, principalmente con socios chinos.

Con el petróleo, la inflación y las sanciones como telón de fondo, el uso de criptomonedas en Venezuela parece haberse convertido no solo en una herramienta de supervivencia económica, sino también en un instrumento político para desafiar el control financiero de Estados Unidos.

Fuentes varias

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