EE.UU. impone arancel del 50% a productos de Brasil en respuesta a medidas contra Bolsonaro
El expresidente Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que impone un arancel del 50% sobre todos los productos brasileños, excluyendo algunas exportaciones clave como aviones, jugo de naranja y energía. La medida, que entrará en vigor en siete días, marca una escalada sin precedentes en las relaciones comerciales y diplomáticas entre Estados Unidos y Brasil.
La administración Trump justifica la decisión alegando que las acciones del gobierno brasileño contra el expresidente Jair Bolsonaro —aliado ideológico de Trump— constituyen una “emergencia económica” bajo la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977. En particular, el mandatario republicano denunció lo que calificó como una “cacería de brujas” liderada por el juez del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, a quien acusa de censurar, intimidar y perseguir judicialmente a opositores políticos, incluidos ciudadanos y residentes estadounidenses.
La orden acusa a las autoridades brasileñas de violar derechos humanos y de atacar la libertad de expresión a través de procesos judiciales dirigidos, incluyendo sanciones contra ciudadanos estadounidenses como el comentarista Paulo Figueiredo, por declaraciones hechas fuera del territorio brasileño. Además, se denuncian presiones a empresas tecnológicas estadounidenses para modificar políticas internas y compartir datos de usuarios.
Como parte de su represalia, el gobierno de Trump revocó los visados estadounidenses de de Moraes, varios jueces del Supremo brasileño y sus familiares cercanos. Estas acciones, según la Casa Blanca, se alinean con la política “America First”, que prioriza los intereses y la seguridad de los ciudadanos estadounidenses.
El anuncio intensifica las tensiones entre Washington y Brasilia en un momento crítico, especialmente en torno a temas como la censura digital, la libertad de expresión y el respeto a procesos democráticos. A pesar del superávit comercial de EE.UU. con Brasil, estimado en 6.800 millones de dólares el año pasado, Trump optó por este castigo económico al considerar que los eventos políticos en Brasil representan una amenaza directa a los valores y empresas estadounidenses.
La Casa Blanca subrayó que los aranceles buscan proteger tanto la soberanía estadounidense como los derechos fundamentales en el ámbito internacional, reafirmando que el uso de sanciones económicas seguirá siendo un instrumento clave de su política exterior.
Fuentes varias