Los astrónomos confirman que el visitante interestelar 3I/ATLAS es un cometa natural
Tras semanas de especulaciones y teorías extravagantes en redes sociales, la comunidad científica internacional ha confirmado que el objeto interestelar 3I/ATLAS es un cometa natural, y no una nave alienígena, como había sugerido el polémico astrónomo de Harvard Avi Loeb.
El hallazgo fue ratificado por observaciones conjuntas de la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja (NOIRLab), que analizaron su brillo, composición y trayectoria. Los resultados indican que se trata de un cuerpo formado hace unos siete mil millones de años en un sistema estelar remoto, expulsado al espacio interestelar tras la formación de su estrella madre.
“3I/ATLAS es un cometa natural con una trayectoria hiperbólica, un brillo inusual y una composición que ofrece pistas sobre la formación de sistemas planetarios más antiguos que el nuestro”, afirmaron los investigadores.
El cometa, tercero de origen interestelar detectado por la humanidad —tras ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019)—, ha despertado un enorme interés científico por su rareza y su potencial para revelar información sobre los procesos de formación planetaria fuera del Sistema Solar.
Las agencias espaciales descartaron cualquier indicio de tecnología o propulsión artificial. Las variaciones de brillo, que algunos interpretaron como “mensajes extraterrestres”, fueron explicadas por la sublimación de compuestos como el agua, metano y amoníaco al recibir radiación solar. Este proceso natural genera chorros de gas y polvo que modifican temporalmente el color y la luminosidad del cometa.
Las especulaciones aumentaron cuando el objeto cruzó el perihelio, el punto más cercano al Sol, y algunos videos difundidos en redes sociales afirmaron que había cambiado de rumbo. Loeb incluso planteó que podría tratarse de una sonda alienígena debido a la ausencia de fragmentación visible, teoría rápidamente refutada por astrónomos de distintas instituciones. “Todas las imágenes muestran un cometa de aspecto normal y saludable”, respondió Qicheng Zhang, del Observatorio Lowell.
Los análisis del NOIRLab y del Very Large Telescope (VLT) confirmaron la presencia de moléculas como cianuro de hidrógeno, monóxido de carbono, agua y metano, comunes en los cometas del sistema solar interior. Esta similitud sugiere que los procesos de formación planetaria son universales, incluso entre estrellas distantes.
Con una velocidad de unos 60 kilómetros por segundo y una órbita no repetible, 3I/ATLAS representa una oportunidad única para estudiar materiales primigenios del cosmos. Su paso fugaz por el Sistema Solar permitirá a los científicos afinar modelos sobre el origen y evolución de los cuerpos celestes, comparando su química con la de los cometas locales.
La comunidad científica considera que su observación es un recordatorio de cómo la curiosidad y el rigor deben prevalecer sobre la especulación. En palabras de un investigador del NOIRLab: “Incluso lo más distante y extraño puede tener una explicación natural, y esa explicación suele ser más fascinante que cualquier ficción”.
Fuentes varias

