Golden retrievers y humanos comparten más de lo esperado: un estudio revela 12 genes vinculados al comportamiento en ambas especies
Un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge descubrió que los golden retriever y los seres humanos tienen más similitudes genéticas de las imaginadas. Investigadores identificaron 12 genes compartidos que influyen en comportamientos y emociones como la inteligencia, el miedo, la ansiedad, la sensibilidad emocional y la depresión.
Los golden retriever son conocidos por su carácter sociable, amigable y afectuoso, además de su facilidad para aprender órdenes. Sin embargo, la pregunta de por qué algunos muestran más miedo, energía o inquietud que otros llevó a los científicos a profundizar en sus raíces biológicas.
El estudio, publicado en la revista PNAS, analizó el ADN de 1,343 golden retrievers junto con cuestionarios detallados sobre su comportamiento diario. Los expertos utilizaron técnicas de análisis genómico (GWAS) para buscar variaciones genéticas asociadas a emociones y conductas. Luego compararon estos resultados con información genética humana.
Entre los hallazgos más relevantes se destacó el gen PTPN1, relacionado con la agresividad hacia otros animales en perros y con la inteligencia y la depresión en personas. Otro gen, ROMO1, se asoció con la facilidad de entrenamiento en perros y con la sensibilidad emocional en humanos. En total, las regiones genéticas analizadas mostraron patrones compartidos en rasgos como el miedo, la energía, el aprendizaje y el control del estrés.
Genes y ambiente: una combinación decisiva
A pesar de estas similitudes, los investigadores subrayaron que la genética no define por completo la personalidad de los animales —ni de los humanos—. El entorno, la crianza, la rutina y las experiencias juegan un rol igual o más importante en la formación del temperamento.
Para validar esta interacción entre herencia y ambiente, se incluyó la observación de rutinas, emociones y hábitos descritos por los cuidadores de los perros. Los expertos destacaron que dos golden retriever con condiciones ambientales similares pueden desarrollar comportamientos diferentes, lo que demuestra que la genética solo marca tendencias, no destinos.
Implicancias del estudio
Los especialistas recomiendan a veterinarios y cuidadores considerar tanto el perfil genético como el ambiente del perro para comprender mejor su comportamiento. Esta combinación podría ayudar a prevenir problemas de conducta y mejorar el bienestar de los animales a través de estrategias de entrenamiento personalizadas.
El equipo también propone ampliar esta línea de investigación a otras razas y contextos, con el objetivo de construir un mapa más completo del comportamiento animal y sus conexiones con la biología humana.
Fuentes varias

