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El Mágico González, la leyenda eterna: a los 67 años deslumbró con una gambeta a Pepe en el partido de las leyendas del Barça y el Real Madrid

El fútbol volvió a rendirse ante el talento del salvadoreño Jorge “Mágico” González, quien a los 67 años sorprendió con su habilidad intacta durante el partido entre las leyendas del FC Barcelona y del Real Madrid, disputado en El Salvador. El encuentro, que terminó 2-0 a favor del conjunto blaugrana, se transformó en un homenaje al ídolo local, considerado uno de los futbolistas más talentosos de su generación.

El estadio se rindió ante el “Mágico”, quien jugó los primeros ocho minutos con la camiseta del Barcelona y protagonizó una jugada que encendió la nostalgia: una gambeta impecable ante Pepe, el exdefensor del Real Madrid, de 42 años, que se retiró en 2024. El público estalló en aplausos y coreó “¡Bienvenido a tu casa, Jorge!” mientras el exdelantero demostraba que el talento no envejece.

El árbitro salvadoreño Elmer Bonilla dirigió el amistoso, disputado en dos tiempos de 40 minutos. Por el lado del Barcelona Legends, participaron figuras como Puyol, Sorín, Giuly, Touré Yaya y Saviola, mientras que por el Real Madrid estuvieron Casillas, Guti, McManaman, Baptista y Savio, entre otros.

Una historia de talento y rebeldía

Considerado un genio indomable, Diego Maradona alguna vez dijo de él: “Hubo otro jugador tan o más grande que Pelé y que yo: Jorge González. Él viene de otra galaxia”. Su carrera, marcada por el arte con el balón y una personalidad libre, lo llevó del FAS de El Salvador al Cádiz de España, donde se convirtió en un símbolo eterno.

El “Mágico” fue pieza clave en la clasificación de El Salvador al Mundial de España 1982, donde enfrentó a Bélgica, Hungría y a la Argentina de Maradona. Su talento también despertó el interés de equipos como Fiorentina, Sampdoria y PSG, aunque él prefirió el encanto de Cádiz, ciudad que lo adoptó como uno de los suyos.

En el Cádiz vivió sus momentos más gloriosos: ascendió a Primera División en 1983 y protagonizó jugadas legendarias ante gigantes como el Barcelona y el Real Madrid. Su carácter bohemio y su vida nocturna formaron parte inseparable de su mito, pero ni siquiera eso opacó la admiración que despertaba dentro del campo.

Incluso el técnico argentino Héctor “Bambino” Veira relató anécdotas memorables sobre su informalidad en los entrenamientos: “Le regalé un despertador del Pato Donald, pero ni eso lo hacía llegar a tiempo. Un día le mandé un grupo flamenco a la puerta para que lo despertara… y se levantó porque le gustó la música”.

A pesar de su falta de disciplina, su magia se mantuvo intacta. En 1984, el Barcelona lo probó en una gira por Estados Unidos junto a Maradona, pero un episodio curioso —quedarse en el hotel durante un incendio por estar acompañado— frustró su fichaje definitivo.

Tras regresar a su país, cerró su carrera con más títulos en el FAS y un reconocimiento unánime como el mejor futbolista salvadoreño de todos los tiempos. En 2013, fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol de México, y hoy sigue siendo un símbolo de talento puro y autenticidad.

Su reciente aparición ante las leyendas del fútbol mundial reavivó el cariño de todo un pueblo. Porque el Mágico González no solo gambetea rivales: gambetea al tiempo.

Fuentes varias

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