Connecticut proyecta un superávit de $2 mil millones mientras crece presión en servicios sociales
El estado de Connecticut alcanzaría este año fiscal un superávit cercano a los 2 mil millones de dólares, según la actualización presentada esta semana por la administración del gobernador Ned Lamont. La cifra representa 213 millones de dólares más que lo estimado el mes pasado y equivale al 8% del Fondo General del estado.
El excedente sería aún mayor si el presidente Donald Trump y el Congreso no hubieran extendido los recortes a los impuestos corporativos federales, una medida que redujo ingresos proyectados y que, de no haberse renovado, habría expirado.
Organizaciones sociales piden redirigir los fondos
Para quienes abogan por fortalecer la red de servicios sociales, este nuevo incremento confirma que Connecticut está en una posición sólida para apoyar a los residentes más vulnerables, especialmente en un contexto de recortes federales que afectarán subsidios de seguros médicos, programas contra la falta de vivienda y beneficios de SNAP. Entre los grupos impactados se encuentran inmigrantes, jóvenes adultos, veteranos y personas sin hogar.
La coalición progresista CT For All, que reúne a más de 60 organizaciones religiosas, laborales y comunitarias, sostiene que los superávits estatales no representan excedentes reales, sino recursos esenciales no invertidos en áreas críticas. Desde 2020, el gobernador y la Asamblea General han destinado cerca de $10 mil millones de estos fondos para acelerar el pago de la deuda por pensiones del estado, una estrategia fiscal que ha sido aplaudida por algunos economistas pero duramente cuestionada por sectores sociales.
“Llamar a este dinero un superávit es una mentira”
Norma Martinez HoSang, directora de CT For All, fue tajante al denunciar el manejo del presupuesto:
“Llamar a este dinero ‘superávit’ es una mentira. Año tras año, subestimamos el dinero disponible para el gasto, mientras que los institutos de educación pública y los servicios sociales carecen de fondos suficientes y se descartan políticas que mejorarían nuestras vidas”.
La discusión ahora se centra en si Connecticut debe mantener su estrategia de reducir deudas a largo plazo o si, ante un escenario de fuertes recortes federales, el estado debe asumir un rol más activo en la protección social de sus comunidades.
Keith Phaneuf (CT Mirror)
Foto: Shahrzad Rasekh

